Los objetivos de la educación
Es el objetivo externo de la educación la que le da significado a toda empresa que educa, sin embargo, en ocasiones les damos más importancia a los objetivos hacia adentro de la educación que a los objetivos hacia afuera, es más, muchas veces sucede que educamos más para la escuela que para la vida, sin embargo, No es esta la intención ni del currículum ni de la organización escolar.
Algunos de los objetivos del sistema educativo serían.
§ Crear identidad nacional.
§ Mejorar el bienestar de la población y si calidad de vida.
§ Propiciar la movilidad social.
§ Mejorar las oportunidades de empleo de sus egresados.
§ Aumentar los niveles de ingreso de quienes pasan por sus aulas.
§ Formar a los alumnos en los valores propios de un miembro activo y comprometido con la sociedad en la que vive.
Resumiendo, el objetivo externo del quehacer educativo, y por tanto, como dijimos al principio, lo que le da sentido al mismo, es contribuir al mejoramiento de la calidad de vida -actual y futura - de los educandos y, de esta manera, a la calidad de los procesos de desarrollo de la sociedad.
Los beneficiarios de la educación
La premisa fundamental de la filosofía de la calidad total sea el centrar los procesos en la satisfacción de los beneficiarios. Entonces, la definición del beneficiario (o del cliente) es un asunto relativamente sencillo: se trata de la persona que consume el producto o recibe el servicio que la empresa o la organización ofrece en el mercado, y hablando de educación, el principal beneficiario es el alumno. Pero también los padres de familia son beneficiarios del quehacer de la escuela, ya que son ellos quienes tienen la tutela sobre los hijos menores de edad y quienes deciden enviar a sus hijos a la escuela Por otra parte, son los padres de familia los que ejercen la demanda sobre la escuela y los que, en determinadas ocasiones, exigen a las autoridades su adecuado funcionamiento. Y quizás lo más importante sea el hecho de que los padres de familia compartan con la escuela la función formativa de los niños. Por tanto, los padres de familia son también beneficiarios del quehacer educativo.
A lo largo de su paso por la escuela, el alumno se va formando, para convertirse en un egresado que participará de manera activa en otro plantel escolar de nivel educativo subsecuente, en el mercado de trabajo, en la sociedad más amplia. De esta forma, beneficiarias del quehacer educativo son también las escuelas de nivel educativo más alto que reciben a nuestros egresados. Son beneficiarios del quehacer educativo los centros de trabajo que les dan empleo. Es beneficiaria del sistema educativo la comunidad en la que el alumno se desempeñará social y políticamente. Pero es importante tener en cuenta que toda organización también tiene beneficiarios internos. En el caso de una escuela, el ejemplo más claro del beneficiario interno es el maestro del grado siguiente, que recibirá a los alumnos del grado inmediato anterior.
La centralidad de los beneficiarios.
El beneficiario de una empresa o de una organización, como la escuela, es todo aquel que juzga la calidad de nuestros servicios. Él debe representar el interlocutor privilegiado de toda organización. Esto es así por uno de los tres motivos siguientes:
- Por qué si el que juzga tiene opciones, y su juicio es negativo, abandonara nuestro servicio.
- Por qué si el que juzga no tiene opciones, pero tiene derechos y expectativas sobre la calidad de nuestro servicio, tendrá también derecho a exigirnos que cumplamos esas expectativas.
- Por qué si el que juzga no tiene opciones ni tiene claras sus expectativas, aunque tenga derechos, se conformará con un servicio mediocre, o simplemente lo rechazará (el alumno desertará).
La calidad no es algo absoluto ni estático, quien juzga sobre la calidad siempre tenderá a ser cada vez más exigente. Un movimiento hacia la calidad es eso: Un movimiento cuya trayectoria es una espiral ascendente. Una vez iniciado, lo único que puede lograr es más calidad.
Los beneficiarlos y el plantel escolar
Todo lo anterior implica que el plantel escolar debe preguntarse centralmente sobre los requerimientos de sus beneficiarios, de manera que pueda priorizar la satisfacción de los mismos, y para esto, debe cuestionarse sobre qué y cómo deben aprender los alumnos.
Schmelkes S., (1995), “La calidad educativa mira hacia afuera”, En Hacia una mejor calidad de nuestras escuelas. (pp. 17 - 30). México. D.F., SEP.
Comentario
Este capítulo deja muy claro el verdadero objetivo de la escuela, y también expone la verdadera situación en la que se encuentra, tratando de que el alumno aprenda solo para la escuela, como dice la autora, solo para pasar exámenes, sin preocuparse que en verdad el objetivo de la escuela es preparar al joven para una vida fuera de esta. Igual creo que al final de todo, gran parte de esta problemática es culpa del currículum, ya que este es el que de cierta manera dicta lo que el alumno debe aprender, aunque también hay que mencionar la posición del maestro, pues el aprendizaje se da de la relación académica entre este y el alumno.
Hola Arturo!
ResponderEliminarCreo que en gran parte de tu comentario tienes razón, pero también opino que no podríamos crear un juicio respecto al currículum, con el tiempo éste se ha re diseñado para cubrir las necesidades, sin embargo en mi humilde punto de vista, creo que el que no se hayan obtenido los resultados deseados es porque muchos maestros no saben cómo o no quieren aplicar las estrategias para el mismo, no porque esté mal diseñado